Un buen ejemplo de ello es el libro 'Prostitution Narratives: Stories of Survival in the Sex Trade' (Spinifex Press), que recoge unos cuantos testimonios en primera persona. Uno de ellos, y seguramente el más popular debido a su rápida viralización, es la carta abierta de Tanja Rahm a
sus antiguos clientes. La danesa, que actualmente tiene 35 años,
trabajó durante tres años como prostituta poco después de cumplir 20.
Actualmente es terapeuta y sexóloga.
Puede ser que no represente la experiencia de todas las prostitutas, pero merece la pena leer al completo la
carta. Sobre todo si, como ocurre con tantos españoles, se es uno de
esos clientes que consideran que al contratar los servicios de una
prostituta le están haciendo un favor:
"Querido cliente,
Si piensas que alguna vez me he sentido atraída por ti, estás terriblemente equivocado. Nunca he deseado ir a trabajar, ni siquiera una vez. Lo único en mi mente era hacer dinero, y rápido.
Que no se confunda con el dinero fácil; nunca fue fácil. Rápido,
sí. Porque rápidamente aprendí los muchos trucos para conseguir que te
corras pronto para poder sacarte de mí, o de debajo de mí, o de detrás
de mí.
Leer más: Sexo: Lo que piensa una prostituta de sus clientes, dicho con total sinceridad. Noticias de
Alma, Corazón, Vida www.sexysecret.blogspot.com
Y no, nunca me excitaste durante el acto. Era una gran actriz.
Durante años he tenido la oportunidad de practicar gratis. De hecho,
entra en la categoría de multitarea. Porque mientras tú te tumbabas ahí,
mi cabeza estaba siempre en otra parte. En algún sitio donde no tuviese
que enfrentarme contigo acabando con mi respeto hacia mí misma, ni
pasar 10 segundos pensando en lo que ocurría, o mirándote a los ojos.
Si
pensabas que me estabas haciendo un favor por pagarme por 30 minutos o
una hora, te equivocas. Preferiría que hubieses salido y entrado tan
rápido como pudieses. Cuando pensabas que eras mi príncipe azul,
preguntándome qué hacía una chica como yo en un sitio como ese, perdías
tu halo cuando pasabas a pedirme que me tumbase y centrabas todos tus
esfuerzos en sentir mi cuerpo todo
lo que pudieses con tus manos. De hecho, hubiese preferido si te
hubieses tumbado de espaldas y me hubieses dejado hacer mi trabajo.
http://global.megaeuros.org/directclick/?aid=132752
http://global.megaeuros.org/directclick/?aid=132752
No hay comentarios:
Publicar un comentario